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Desde que el técnico me contó este truco mi lavadora parece nueva: sólo hay que poner esto en la goma

Lavadora
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Lavar la ropa es una de esas tareas cotidianas que damos por hecho, pero que guarda más secretos de los que imaginamos. A simple vista, parece suficiente con echar la ropa sucia en el tambor, añadir detergente y pulsar un botón. Sin embargo, la realidad es que, detrás de cada ciclo de lavado, hay una serie de decisiones que afectan no sólo a la limpieza de nuestras prendas, sino también al consumo energético, al desgaste del electrodoméstico y a la proliferación de bacterias y hongos en el interior del mismo. Por eso, cada vez más personas están adoptando algunos trucos que mejoran el rendimiento de la lavadora y ayudan a mantenerla limpia, alargando así su vida útil.

Uno de estos métodos, que ha comenzado a ganar popularidad en redes sociales, consiste en algo tan simple como colocar una cuchara entre la goma de la puerta de la lavadora. Por extraño que parezca, tiene una razón de ser muy práctica. Este truco, junto con otros trucos como la limpieza con vinagre o el uso de ciclos cortos, puede marcar una gran diferencia en el funcionamiento del electrodoméstico.

El truco de la cuchara en la goma de la lavadora

Después de cada lavado, la goma suele estar húmeda y, si cerramos la puerta de inmediato sin permitir que circule el aire, esa humedad se estanca y comienza a generar olores, manchas oscuras y un deterioro progresivo de los materiales internos. Aquí es donde entra en juego la cuchara, que funciona como una solución improvisada pero eficaz.

Colocar una cuchara (preferiblemente de madera o plástico, para evitar daños) en la junta de la puerta permite que ésta quede entreabierta después del lavado para que fluya el aire y se evapore la humedad, evitando así la condensación y la proliferación de moho.

Muchas personas que han probado esta técnica afirman que el mal olor desaparece casi por completo y que el tambor se mantiene seco por más tiempo. Además, reduce la necesidad de limpiar la lavadora con frecuencia y ayuda a prolongar la vida útil del electrodoméstico, algo que todos agradecemos.

La limpieza es clave

Más allá de la cuchara, existen otros métodos muy eficaces para mantener la lavadora en perfectas condiciones. Uno de los más populares es la limpieza periódica con vinagre blanco, un ingrediente natural con propiedades desinfectantes, desengrasantes y desodorizantes. Se recomienda hacerlo al menos una vez al mes para evitarl la acumulación de sarro, residuos de detergente y suciedad.

  1. Comienza mezclando partes iguales de vinagre blanco y agua caliente. Esta solución natural tiene propiedades desinfectantes y desodorizantes que ayudan a eliminar los residuos acumulados en el interior de la lavadora.
  2. Utiliza un paño o una esponja para aplicar la mezcla en las zonas más propensas a la suciedad, como la junta de goma de la puerta, el tambor interior y el dispensador de detergente. Estas zonas suelen retener humedad y restos de jabón.
  3. Con un cepillo de cerdas suaves, frota cuidadosamente estas superficies. Esto ayuda a desprender la suciedad incrustada sin rayar ni dañar los materiales delicados de la lavadora.
  4. Vierte una taza de vinagre blanco y media taza de bicarbonato directamente en el tambor o el compartimento del detergente. Pon un ciclo corto sin ropa para eliminar el sarro y neutralizar malos olores.

Otro punto crítico del mantenimiento de la lavadora es el filtro, una pieza de la que muchos se suelen olvidar. Este componente atrapa residuos como pelusas, monedas, cabellos u otros objetos pequeños que se cuelan entre las prendas. Si no se limpia con frecuencia, se puede obstruir y afectar el rendimiento del aparato, provocando fallos en el desagüe, ciclos incompletos o incluso averías más graves.

Se recomienda retirar el filtro al menos dos veces al año y lavarlo a fondo bajo el grifo. Aunque cada modelo de lavadora es diferente, normalmente el filtro se encuentra en la parte inferior frontal, detrás de una pequeña tapa. Revisarlo regularmente también puede evitar la proliferación de moho y malos olores.

Poner la lavadora puede parecer una tarea sencilla, pero como hemos visto, incorporar ciertos hábitos y trucos caseros puede marcar una gran diferencia tanto en la limpieza como en el consumo energético y la durabilidad del electrodoméstico. Desde algo tan simple como dejar una cuchara en la goma de la puerta, hasta el uso regular de vinagre y bicarbonato, todo suma para lograr un entorno más limpio, eficiente y saludable en casa.

A veces, las mejores soluciones no están en productos caros o en tecnología avanzada, sino en prácticas sencillas transmitidas de generación en generación o descubiertas por prueba y error. La clave está en observar, experimentar y adaptar lo que funciona a nuestras necesidades del día a día. Porque mantener el hogar en buen estado no tiene por qué ser complicado si prestamos atención a los pequeños detalles.

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